Aquí les dejamos un texto muy interesante sobre las causas y consecuencias de la delincuencia juvenil en la ciudad de Santo Domingo en la actualidad, que hicimos como trabajo en la clase de nuestro profesor Carlos Enrique Cabrera.
Se
entiende por delincuencia como el acto de cometer un delito, contemplado en un
determinado código penal. Por lo tanto, se denomina delincuencia juvenil a los
actos delictivos cometidos por jóvenes, o a conductas de éstos que la sociedad
rechaza ya que violan las normas vigentes. Ahora bien, algunos historiadores
dominicanos marcan el origen de la delincuencia en la República Dominicana
entre 1994-1996, período de gobierno del Dr. Joaquín Balaguer y el
inicio de gobierno del Dr. Leonel Fernández Reyna. A partir de esta fecha la
sociedad dominicana se vio sumergida en una ola de delincuencia que en la
actualidad todavía seguimos viendo.
De
tal modo, este acto delictivo tiene
múltiples formas de manifestación; así como la variedad de las causas que lo
originan. En nuestro país se caracteriza porque es un fenómeno multifactorial, o sea, que tiene
múltiples factores que lo originan, causan, motivan e impulsan. Según estadísticas reveladas por el periódico Diario
Libre, para el 2012 un total de
28,473 ciudadanos colocaron querellas en fiscalías barriales y en destacamentos
policiales denunciando que fueron víctimas de la delincuencia de una u otra
forma.
La
falta de comunicación efectiva entre los padres e hijos es una de las causas
fundamentales de la delincuencia juvenil en la ciudad de Santo Domingo. La
comunicación dentro de la familia es un elemento fundamental para el buen
desarrollo de los integrantes de la misma, entonces, si no se mantiene una
buena relación oral entre los familiares, especialmente el lazo padre-hijo, no
se estará formando una familia educada en valores.
Además,
la falta de interés de los padres en intentar brindar una mejor educación a sus
hijos es notoria. En la actualidad, sabemos de muchos hogares en que los padres
abandonan a sus hijos, porque entienden que éstos son obstáculos
para ellos vivir su vida plenamente.
De la misma manera, la falta de una política
educativa por parte del Estado dirigida a educar y a orientar a los jóvenes
hacia un camino correcto es evidente, debido a que la educación en nuestro país es de muy baja calidad y el sistema
educativo no les proporciona a los estudiantes algunos elementos claves que
deben de estar presente en el proceso de enseñanza. Lo que es un claro indicio de que el Estado dominicano
no tiene como prioridad a los jóvenes.
Asimismo,
la falta de una política de empleo y oportunidades para los jóvenes por parte
del Estado es indudable. En la actualidad, muchos
jóvenes dominicanos están desempleados y sin oportunidades de ser entes
productivos para la sociedad. De igual modo, el Estado dominicano no tiene un
sistema de empleo y oportunidades equitativo, es decir, no hay igual número de
oportunidades para cada persona.
Igualmente, cabe señalar que la crisis económica y pobreza que sufren un
sinnúmero de familias dominicanas es una de las causas más importantes de la
delincuencia juvenil. Muchos de los hogares dominicanos no cuentan con los
recursos económicos suficientes para poder sobrevivir y además no tienen la
forma de conseguirlos ya que están desempleados, lo que está provocando que
éstos se vean tentados a cometer actos delictivos.
También, la transmisión de antivalores por parte de los
medios de comunicación es incuestionable. Los
medios de comunicación tienen una gran incidencia dentro de la educación de los
jóvenes, lo que está provocando que muchos de éstos se dejen
influenciar por lo que están observando a diario; tales como: Programas con
contenido violento, prensa sensacionalista, entre otros.
En
cambio, una de las principales
consecuencias de la delincuencia juvenil es que provoca inseguridad en las
calles y barrios de la ciudad de Santo Domingo. Sus ciudadanos viven
con aprensión, por lo que esto reduce las actividades sociales en la ciudad.
Actualmente
las muertes de jóvenes por estar involucrados en riñas callejeras son cada vez
más alarmantes. Hay que decir que en estas riñas se utilizan armas de todo tipo
lo que es un claro presagio de que la delincuencia juvenil está ocasionando
fuertes complicaciones.
De igual modo, las muertes de personas atacadas por los delincuentes y los fuertes daños
mentales que esto ocasiona a sus respectivas familias es una de las
consecuencias más evidentes de la delincuencia juvenil. En la actualidad, se ha
vuelto común en los principales periódicos de circulación nacional noticias
referentes a la muerte de personas que fueron víctimas de actos delictivos
cometido por jóvenes. Asimismo, las
muertes de personas no se limitan a la pérdida de vidas, sino también que dejan
profundas secuelas en la mente de sus familiares.
Además, la delincuencia juvenil produce diversos fenómenos o situaciones que perjudican a los ciudadanos
de Santo Domingo. Esto se debe a que
la mayoría de estos jóvenes que son delincuentes no tienen una educación en
valores y son capaces de hacer cualquier cosa con el fin de conseguir su
objetivo. Ejemplo: Asesinatos, violaciones, deserción escolar, entre otros.
Igualmente, este acto delictivo cometido por jóvenes
da a la ciudad de Santo Domingo y, sobretodo, a nuestro país una imagen de ser
una nación insegura y sin respeto a los derechos humanos de los demás.
Actualmente, la República Dominicana es un país reconocido internacionalmente
por ser una nación que posee altos índices de delincuencia, lo que a su vez
provoca el deterioro de los derechos humanos de los demás.
En conclusión, la delincuencia juvenil es un fenómeno grave que nos
viene afectando desde hace muchos años, debido a situaciones graves que están
ocurriendo en muchas de las familias dominicanas, como vimos anteriormente la
poca comunicación entre padres e hijos, la falta de preocupación de los padres
en brindarles una mejor educación a sus hijos, lo que está provocando que
aumente la cantidad de muertes tanto de delincuentes como sus víctimas, daños
mentales de sus familiares, la inseguridad en las calles, entre otras cosas.
Hay que tomar consciencia de ésta e intentar de encontrar soluciones que ayuden
a la disminución de la misma.